Mis padres han sido ya informados…un alivio, y es que, llevo cosa de varios meses escuchando eso de que cuando se lo dijese se enfadarían, pero eran sólo temores infundados, la cosa ha ido bastante bien, así que estaré definitivamente en Pekín del 25 de Junio al 2 de Julio (justo unos días después de exámenes), por supuesto que no estoy preparado para hablar chino, así que nos llevamos al profesor de la escuela de idiomas con nosotros.
Cómo iremos con más de un mes de antelación a las olimpiadas, no importa si a alguien se le ocurre boicotearlas, aunque espero no se arme mucho jaleo para esas fechas y se enfaden, porque aún no tenemos los visados y esas cosas…
Si algún despistado entra hoy por aquí, a lo mejor gira la cabeza o pone los ojos bizcos intentando ver el mensaje oculto de la imagen del post. Para que eso no pase más, tendría que decirle que la cosa es mucho más fácil de leer de lo que parece, y el movil, lo descodifica en un plis.
Tan sólo tienes que instalarte este programilla en el teléfono, encender la cámara y enfocar la imagen, en menos de un instante el texto descodificado aparecerá en la pantalla de tu teléfono…cosas del QR-code.
Después de que toda persona que pasase por la carretera alrededor de las 18:15 me viese arrastrarme como si fuese un ladrón por debajo de las vallas de las obras para rescatar las pelotas, que se colaron por ir haciendo el pijo, camino a intentar estrenar por segunda vez mi nueva raqueta de frontenis, mi día social ha terminado con un helado en el parque, tumbado en el césped, con el sol en intentos de escape y arena en las zapatillas.
Ya sé que repito grupo, pero hoy es la que tengo en la cabeza.
sábado, marzo 29, 2008
我去在北京 (me voy a Pekín)
miércoles, marzo 19, 2008
3 cosas antes de partir
Cosa 1:
Casi 4 años de espera bien se merecen un post. No es que no tenga suficiente con escuchar una y otra vez sus anteriores discos, pero se me hacía muy difícil la espera de novedades fuera de la fotografía, y por fin aquí están. Hablo de Bryan Adams, el que es para mi, sin lugar a dudas, el mejor cantante vivo de la actualidad. Y cuando pronostico una de las mejores colecciones de canciones desde “On a Day Like Today” hablo de 11 “Eleven”, su último disco, que apenas salió a la venta ayer.
Llevo 11 días sufriendo el escuchar 1.40’ de canciones que se iban colgando a cuentagotas en la web y marcaban la cuenta atrás, y por fin ya está en mi poder. Ahora me administraré mi dosis diaria de la mejor música en una de las mejores voces, y no me permitiré pasar de canción hasta que no aprenda a cantarla sin el “wachu wachu” de mi inglés. No dejes de hacer lo mismo, que merece la pena apagar un ratito los demás sentidos y dejarte llevar por el sonido.
Cosa 2:
La siguiente cosa no me veo capacitado para recomendarlo, así que describiré mis impresiones:
"La enfermera de Brunete" es el último libro que he leído, cuenta la historia de Javier y Soledad, que se enamoran durante la guerra civil española. Maristany presume de haber dedicado 30 años de su vida a la escritura de la que dice ser su obra maestra, y por eso cuando te haces con el libro y comienzas a leerlo, te va dejando la sensación de una historia que no llena las expectativas, una historia que no deja de ser un culebrón de sobremesa, con un lenguaje que se hace cursi y poco creíble por momentos, un argumento escaso y recurrente, por lo que te parece estar viendo una telenovela mexicana en la que las conversaciones se repiten una y otra vez, y el poco misterio que guarda, se limita a hacerte pensar cómo reaccionará otro personaje más cuando se entere de lo que le tienen que contar.
La historia podía haberla limitado a menos de 500 páginas, así que te haces una idea del relleno que hay. Supongo que en su boceto original pensaba incluir alguna intriga en la historia, pero al ampliarla a más de 1000 páginas, antes de llegar a la mitad ya sabes lo que va a suceder.
Una cosa que me ha sorprendido es la poca definición de los personajes. Comienza a presentar mil personajes, uno tras otro, sin dar tiempo a asimilarlos. El protagonista no lo decide hasta bien entrada la novela, así que te queda la sensación de un agua-churri que ha ido escribiendo sin tener la idea clara del rumbo que quiere. Como ejemplo basta decir que a la Enfermera que lleva el título del libro no la conoces hasta más de la página 540, y para llevar el título del libro no da demasiado juego.
Añado, que los sucesos de la guerra están bien narrados, supongo que algo bueno si que tiene, aunque eso si, desde el bando nacional, por lo que para todos los efectos los condes, duques y marqueses defienden el bien absoluto y la patria que se rompe al estilo más Rajoy, y el resto del pueblo son borrachos, sucios, desarropados y salvaje chusma de la peor calaña que puedas imaginar y que hay que controlar. Así que mientras se dedican a matarlos por defender una estúpida jornada laboral de menos de 24 horas, ellos celebran capeas, fiestas en hoteles de lujo y demás…en fin que huele pelín a fascismo. Ahí queda, para el que se atreva.Cosa 3:
Imagina qué se siente cuando tu hamaca de colores se desvanece por las escaleras y a en tu puerta aparece un regalo blanco en forma de sofá gigante. Pues se siente cómodo, tanto que me cuesta levantarme casi tanto como resistirme a tumbarme y dejar pasar el día escuchando música…pero la maleta me espera y esta vez he prometido no perder el tren.
No he encontrado ningún video aún de 11 que merezca la pena, así que ahí queda esta colaboración mítica de 3 de mis voces favoritas:
viernes, marzo 14, 2008
Día 7...On my mind
El tiempo pasa tan deprisa que con tan sólo una semana, el viaje se me va de la cabeza, se me llena de otras cosas, y lo que queda, empuja por salir para dejar paso a otras, de las que con el tiempo, sólo quedarán pequeños recuerdos.
Los pequeños momentos, que he ido contando estos días, son sólo una pequeñísima parte, muchas veces sólo reflejo distorsionado de la realidad, pero recursos de los que se sirve la mente para fingir la vida.
El viaje a Londres se me queda corto cuando pienso que hoy toca contar el último día y en mi cabeza, no para de sonar el estribillo de la canción de hoy, y me digo eso de: “on my mind there's a thing that I can't explain”.
Así que el resumen de hoy va dedicado a Victor, al que se le hacía difícil explicar los recuerdos del día que toca:
Después de 6 días por aquí he aprendido a entender que los autobuses hacen más paradas que las marcadas en el plano, que conviene bajar 3 plantas a ducharte si no quieres hacerlo de cuclillas y que cuando el resto de tu grupo entra en una tienda, no tienes que quedarte en la puerta.
Hoy para despedirnos, y cómo no tenemos mucho tiempo entre el checking out y la hora de facturación, hemos decidido dedicar la mañana del sábado a pasear por el mercado de Notting Hill.
Notting Hill es un barrio-distrito de Londres situado al noroeste de Hide park, por lo que está relativamente céntrico. Es conocido además de por la peli Notting Hill(Hugh Grant y Julia Roberts) y por su carnaval, por el mercado, mayoritariamente de antigüedades ropa, frutas y verduras de sus calles principales, y ese es nuestro destino.
En sus calles se forma una especie de mercadillo mucho más parecido a los que conocemos de España que el del otro día de Candem Town, pero con la singularidad de la extravagancia londinense y el marco en el que se encuentra, rodeado de casas victorianas, coches originales y gente peculiar.
No puedo contar mucho de Notting Hill que sea conjunto a todo el grupo, puesto que me perdí casi al comienzo y no hubo forma de encontrarlos. Al final decidí, tras casi 40 minutos esperando a que salieran de una tienda, que a lo mejor ya habían salido, y que lo mejor que podía hacer era conocer el barrio yo sólo.
Como no puedo contar su paseo por el mercado, contaré que yo aproveché para mirar montones de puestos buscando regalos para los ganadores de los Oscar, y un llavero que añadir a mi colección “llaveros de ciudades que he visitado”. Me comí una crêpe de chocolate al lado de un puesto de fruta tropical…o de algún sitio raro, y toquetee todos los cencerros de otra tienda antes de salirme de las calles principales con tanta gente y conocer un poco más el barrio.
Fuera de lo que se ve en la zona principal, Notting Hill es de lo más londinense que he visto, y si tan sólo te alejas un poco más, puede que hasta viajes al Bronxs pero con casas de época. Mola haberse perdido un rato por aquí.
Y unas horas después de nuevo con el resto, a enseñar las compras y de camino a despedirnos del albergue.
El resto del día y del viaje se resume en que nos tangaron 12 libras por el bus al aeropuerto, al que casi no llegamos por el atasco de la autovía, que Diana fue toqueteada por una empleada del aeropuerto dónde antes nos gastamos todas las monedas en jelly belly y chicles en cajas bonitas. Que nuestro avión se retrasó una hora y perdimos el bus de regreso a casa en Madrid, pero nos comimos un bocata riquísimo en el suelo de la estación y dormimos casi hasta hoy.
Hasta el próximo viaje.
martes, marzo 11, 2008
Día 6...Exhibition Rd.
Hemos pasado una noche un tanto rara, alguna ha dormido en cama-nido y a otros nos ha tocado la cama de pinchos, pero dejando a un lado las extrañas manchas de la cortina y la puerta de la nevera, que ventilaba la habitación a pesar del arreglo con mis cordones de zapato, el día comienza 3 pisos más arriba y hay que ir levantándose.
Toca día de museos y zona sur-este de la ciudad. Ya no contamos con nuestro intrépido intérprete, pero la Magoo de los musicales nos saca del pequeño aprieto. Hay que dejar claro, que los de las taquillas del metro son, junto a los dependientes del Marks & Spencer, de lo más agradable que te puedes encontrar en Londres.
Decidimos comenzar con un paseo por Hide Park, que como es enorme, pues no habíamos visto casi nada. Creo que alguien se lo ha pasado pipa girando con nocturnidad y alevosía los indicadores del parque, así que encontramos el rincón de Peter Pan casi por sorpresa, y nos perdimos al intentar visitar el Kensington palace, al que creo que llegaremos en otra ocasión.
Hoy será el día con peor clima de todos los que hemos pasado en Londres, pero por suerte, después del Royal Albert Hall nos encaminamos a resguardarnos de la que está a punto de caer en el Museo de la Ciencia.
El museo de la Ciencia es el típico museo de ciencias que te imaginas, con mil cosas para tocar, así que casi casi nos metimos entre los grupos de niños gritones que salían de los ascensores y tocamos todos los artilugios que puedas imaginar. Tanto tocamos, que si no llega a estar en una urna, me enchufo a la máquina de eutanasia asistida que había en una de las salas de exposición.
Si no has visto antes un museo de la Ciencia podrías empezar por este, que no está nada mal. Si ya has visto alguno, no te creas que encontrarás demasiadas cosas nuevas aquí.
¿Te imaginas la de cosas puedes encontrarte en una calle que se llama Exhibition road?...pues entre todas ellas está el Museo de Ciencias del que acabamos de salir, al lado el Natural History Museum, y frete a ellos el Victoria and Albert Museum.
No podemos resistirnos más y entramos al de Historia Natural.
Este museo sí que es un museo de película. Es el típico museo de historia natural que sale en todas las pelis o libros, en el que te encuentras fácilmente una sala enorme con ballenas disecadas, dinosaurios gigantescos en el hall de la entrada principal dándote la bienvenida, o minúsculas hormigas rojas trabajando en su minimundo, sin percatarse que lo que tienen los cristales de interrogatorio, son nuestros ojos de incredulidad.
Si sólo tienes tiempo para visitar un museo en Londres, y la Nacional Galery o el British no van contigo, te recomiendo el Museo de Historia Natural, porque tan sólo la visita a un edificio que parece un castillo encantado habitado por los fantasmas de gente como Darwin, merece la pena.
Debo reconocer que nos hemos entretenido más de la cuenta y al final no hemos podido verlo todo porque nos han cerrado…una verdadera pena, pero cómo estamos bastante cansados y el Victoria and Albert se nos queda bastante grande (un museo tan grande como los dos anteriores juntos) decidimos cambiarlo por una pequeña visita a los Harrods.
Los Harrods también merecen una rato de tu tiempo. A pesar de lo antipático que puedan resultarte los porteros como armarios que tiene en todas las entradas, que si te ven con nuestra cara de cansado y las mochilas a la espalda, es posible que no te dejen entrar por la puerta principal y tengas que dar la vuelta al edificio…Son demasiado estirados estos ingleses, porque cómo dijo alguien: “¿y él que sabe si llevo la mochila llena de libras?...¡pues ya no gasto hombre!”…pero al final todos gastamos, porque te invade el consumismo de las Jelly Belly y los bombones artesanales...ummmm…
Y hablando de comida...hoy para compensar ha tocado Mc Donald`s ;-P
Es tarde y hoy si que estamos cansados, así que nos vemos mañana zzzZzZZ zzZZZ zZZZz
lunes, marzo 10, 2008
Día 5...día Punky
Hoy es el día que tendremos que despedir a Clara y Greg, que montarán de nuevo en el tren con destino París. No hablaré casi de Clara, porque cuando termine el día se habrá convertido en la niña de Rajoy, después de estar en menos de 24 horas en 3 capitales de Europa…
Hoy toca hablar del British museum. Un museo que hemos visto a toda prisa. Si no tienes tiempo haz como nosotros: pilla una guía de la puerta, al final están indicadas las 10 cosas que no debes perderte del museo:
*King of Ife
*Rosetta Stone
*Partenón sculptures
*Assyrian lion hunt reliefs
*Terracotta warriors
*Mummies
*Oxus Treasure
*Royal Game of Ur
*Lewis chessmen
*Samurai armour
Te aseguro que si vas corriendo a nuestra velocidad puedes verlo todo antes de la hora de comer…siempre y cuando lleves un guía “ton-ton y go”® como yo…(supongo que nadie se quejará de cómo guío).
Después de resistirnos al olor que desprendía el puesto de perritos calientes de la puerta, pillamos el bus a Camden Town para hacer unas compras.
Camden Town está genial. Pasear por las callejuelas con olor a comida de todo el mundo, es como meterte en un episodio de Punky Bruster.
Si hay algo con lo que fui convencido a Londres, es con que me encontraría la ciudad más cosmopolita de Europa, sin embargo, no dejará de sorprenderte el nivel de integración que se gastan. Camden Town es un ejemplo increíble de diversidad cultural concentrada en las calles de este barrio que no puedes dejar de visitar si viajas Londres…Por lo menos hasta el próximo San Juán.
Ya no aguanto más, así que me voy a hacer el remolón y arrastrar a Victor y Greg conmigo, porque si nos dejamos llevar por estas tres chicas, seguro que hoy no conseguimos comer, y mi estómago está ya rugiendo. Todo es culpa de Clara. Después de ver cómo salían chispas de sus ojos cuando llegamos a Camden, parece que con tanta tienda ha recuperado las fuerzas que había perdido en el British…No hay nada como las compras…
Comemos en el Burguer King de la señora mayor y la negra gruñona. Aguanto por teléfono la riña de mi madre por no llamar más y de nuevo a correr en busca del autobús: Siguiente parada Abby Road.
Si no eres de los que adoran los Beatles y el lugar de culto que supone Abbey Road, pero sin embargo te apetece investigar dónde habría vivido Sherlock Holmes, debes saber que Baker Street se encuentra no muy lejos de Abbey Road.
Nosotros preferimos hacernos la foto en Abbey Road y cualquiera diría que se encuentran bastantes parecidos a pesar de que somos un Beatle más.
A Clara y Grez no pudimos seducirlos por más tiempo y después de aprovisionarse de Cookies de chocolate nos despedimos de ellos hasta el próximo viaje.
A nosotros aún nos queda tiempo de aprovechar el ticket del bus para visitar Waterloo station y redescubrir las Jelly Belly y los picnic en la habitación.
Intentaremos dormir, aquí, hoy un poco más sólos, porque supongo que la sensación de vacío que nos han dejao estos dos gabachos se nos pasará mañana.
Pd*He subido las fotos al antiguo blog*
jueves, marzo 06, 2008
Día 4...la sorpresa
Desde que sabía que iba a Londres, una de las cosas que no quería perderme era visitar un pub nocturno con música. Siempre había querido ir a uno de esos pub típicos dónde cualquiera con algo de nivel puede ir a tocar una noche...Hasta pensaron que Greg tenía intención de tocar hoy...
Londres está llena de locales de ese tipo, y por desgracia, la entrada a los más conocidos es algo cara actualmente (esos de dónde han salido o tocado grupos como Rolling Stones, The Kinks, Pink Floyd, Queen, David Bowie, Free, T-Rex, The Who, Elvis Costello, Sex Pistols, The Clash, Billy Bragg, Oasis…y tantísimos más…). Sin embargo hay otros muchos locales que son geniales para escuchar música de la buena en directo, y son asequibles.
He preparado una sorpresa para esta noche y creo que voy a disfrutar como un enano…
Hoy toca visita a los tres parques más céntricos de Londres a primera hora de la mañana. Tras cargar fuerzas con nuestro ya habitual desayuno nos encaminamos hacia Hyde Park, dónde a toda prisa nos da tiempo a ver the Serpentine, speakers’ corner, lovers walk, los carruajes londinenses y dar de comer a las ardillas antes de atravesar Wellington arch y Green Park para llegar a tiempo del cambio de guardia en Buckingham Palace…un rollo por cierto. Te rodeas de chinos-Heros con cámaras que esperan ver algo más que la interpretación de unas cuantas bandas sonoras por unos hombres con gorros de pelo que gritan como locos y se golpean con las armas en el pecho…típico, algo que hay que ver para que no te digan que no has visto Londres, pero no deja de ser aburrido.
Mucho mejor el paseo por St. James’s Park. Sin duda alguna el parque más bonito de los que vi en Londres. Tiene una vista desde el puente del lago que está genial….y ahí está de nuevo la gran campana. Imposible resistirnos a parar y mirar arriba para hacer más fotos…pero no vamos a pararnos mucho porque no muy lejos nos espera el London Eye, apto para todos aquellos que no tengan miedo a las alturas.
Cerca, muy cerca nos pusimos morados en un restaurante asiático que decía “Eat all you want”...y así hicimos. Hasta 3 veces llené mi plato de mini rollitos de primavera y arroz con cacahuetes calientes…que rico todo. Si no fuese por que fue culpa de la botella de agua que tiré, cualquiera diría que me había meado de gusto.
Westminster Abbey es la siguiente parada dónde me tangaron 10 libras por no llevar la UVA, ya ves tu, para una vez que vale para algo más que el cine y me la dejo. La abadía de Westminster es enorme. Aunque Magoo se enfade cuando digo estas cosas, la verdad es que la entrada es excesiva, y aunque verla merece la pena si tienes tiempo en el viaje, como catedral no vale gran cosa. Roma está llena de iglesias mucho más bonitas…sin embargo sólo por estar al lado de la tumba de gente tan importante como Darwin, Newton, Dickens, Laurence Olivier y un montón de reyes ingleses, o por ver salas medievales merece la pena pasar por el agobio de iglesia recargada.
Al albergue dando un paseo y a prepararnos para una tarde de tiendas por Regent Street y Oxford Street hasta llegar a the metro. Dónde tras meternos en los callejones de Jack el destripador para encontrar la puerta, presentar la entrada comprada por Internet y que una tia rara nos ponga un sello que dice que somos aceptados en la mano, nos tomamos unas pintas escuchando a Sparkadia y sus teloneros.
Nos vamos a la cama paseando por el Soho con el britpop aún en nuestras orejas, y yo, que llevo la sonrisa de una ilusión más cumplida.
¡Gracias Sparkadia!...pero para otra un concierto más largo please.
Pd*¿quién opina que la foto de este post es fea?...sí, es verdad que todo está cortado, pero conseguir en la misma foto el Big Ben, un taxi, una cabina, un autobús, y el Undergrownd es má complicado de lo que parece...¡gracias Greg por tu paciencia!*
miércoles, marzo 05, 2008
Día 3...arte moderno
Me hago el dormido mientras suena Nena Daconte para no tener que levantarme a parar el despertador. El día 3 comienza antes de la hora buena y tenemos muchas cosas que hacer.
Después de desayunar alubias con tomate y hablar con el señor majete del metro (después de patear la máquina), pillamos el primer bus de dos pisos en Picadilly Circus (al lado del albergue). Primera parada obligada el London Brigde que nos dejó impresionados. Es el puente más bonito que recuerdo y el primero levadizo que veo. El puente conecta la ciudad dejando a un lado el City Hall y New Cross y al otro Tower of London (con sus joyas de la corona) y la City. Las vistas del Thames solo son más bonitas desde el Milennium brigde y desde el puente de Waterloo, que dejaremos para el 5 día.
Después de visitar Southwark Cathedral y nuestro barco pirata, paseamos por Bankside hasta el Tate Modern. El Tate es un museo de arte moderno, en el que me divertí como un enano con la historia de un tio que tropieza con un perro y sus diferentes puntos de vista. De verdad que me pareció todo el museo una obra de arte. Incluso la grieta que lo atraviesa por completo.
Como dice Greg, el arte moderno no es más que gente mirando a gente que mira. Doy fe que al terminar el día llegué a la misma conclusión, y me encantó la sensación.
Si vas a Londres no dejes de visitar el Tate Modern, porque es gratis, está genial y tiene una de las mejores vistas de la City.
Después de pasar el día allí, dar de comer a palomas sin patas y nuestra ración de chocolate español toca cruzar el Milennium brigde para acercarnos a St. Paul’s Cathedral que la verdad sólo recuerdo que es bonita y tiene una cafetería debajo. Si estás en misa seguro te huele a café. Original cuanto menos.
Me estoy alargando mucho y es que el día dio para mucho más aún: paseo por la City, visita a Lincoln’s Inn, al palacio de justicia y the Themple. Una especie de campus en el centro de la ciudad en el que no se escucha ningún ruido y pareces esperar que Harry Potter salga con sus amigos por cualquier esquina. Increíble perderse por ahí un ratito...aunque sea para hacerte unas fotos en las cabinas.
Terminamos cerca de Waterloo brigde antes de ir a ducharnos y tomar una atosigada cena en un restaurante índú. Son majetes estos indios. Y a pesar del picante la comida está muy rica.
Ha sido un día con muchas emociones más de las que recuerdo a contar.
He gastado mi capacidad en Flickr por este mes, así que subiré más fotos ahí el mes que viene. De momento estas
martes, marzo 04, 2008
Día 2
Me arrepiento de no haber traído un diario secreto como Diana, en el que cada noche pueda escribir el día con los pies sobre la cama de arriba. Fingir que no lo hago, que no escribo nada importante, sería casi tan divertido como intentar entender lo que siente una inglesa al pensar darte el cambio en libras de lo que le has pagado en euros y tener que sumar el 10% de iva + servicio…escaso por cierto.
Pero no lo tengo, así que me serviré de mi memoria, visto que está de moda escribir en el blog las cosas pasadas en presente, así, se juega con la ventaja de mirar todo de lejos, que siempre da más perspectiva.
Además frente a mi cama tengo la ventana más grande jamás vista en una habitación con 6 camas, desde la que se ven los tejados de casas recién sacadas de una película de Tim Burton.
Mi primera impresión: Increíble. Todo parece más grande de cómo lo había imaginado, menos gris y más verde, pero sobre todo más típico, si es posible. Nada más bajar del tren del aeropuerto en la estación Victoria, no podía parar de saltar. No se si era por encontrarme después de tanto tiempo con mis amigos (o como me llaman; amigo del amigo…), o por ver taxis negros, cabinas y autobuses de dos pisos en cualquier dirección que mirase.
Después de ajustar mi hora como todo buen Londinense en cada esquina (¡debe haber más relojes por la calle que en Suiza!), dejarme estafar en un fish & chip, ver el buckingham palace cargado con mi mochila amarilla a lo pocholo, dar un paseo por la ciudad y ver por primera vez el Big Ben, sólo me queda dormir. Del revés claro, que aquí todo se hace al contrario.
fotos del día
domingo, marzo 02, 2008
Día 1
No puedo evitarlo, siempre que voy a coger un medio de transporte tengo que hacerlo a toda prisa. Es inevitable, creo, cómo también lo es el cerrar los ojos al estornudar o el quedarte atontado mirando un pájaro que se posa en la ventana. Esta vez no podía ser menos, y para cuando todos tenían preparadas sus maletas, yo estaba decidiendo cual llevar.
Pero al final siempre sale bien y aquí me tenéis, terminando de ver “Lejos de ella”, pero cerca de ella, de él y del resto que también se vienen conmigo.
Y nada importa, cuando sabes que comienzas un viaje, ni una pequeña pelea entre dos mendigos por el banco que ocupo, ni los merodeadores nocturnos de los baños de la estación, porque sé, que cuando me levante de este frío posa-culos, me sentaré sin emborracharme en una sandy que me llevará de nuevo al sitio dónde comienzan los vuelos.
Y medio dormido en el traqueteo me doy cuenta que se ha cumplido el año y ahí está la quiniela queriendo ser tachada. Sé que espera una noche larga tumbado a lo desahuciado en el aeropuerto, pero no estoy sólo…tengo mis galletas de naranja…también, y mis salchichas deseadas por el resto, que gotean ketchup sobre mi nuevo plano-planning, que me dice que su vuelo ya salió, y que los siguientes en despegar somos nosotros, pero antes me queda una hora de sueño, porque mi guardia ha terminado.