Hablaré de otra ciudad hoy, hablaré de Barcelona, hablaré de la ciudad de los prodigios. Barcelona sí que es otra ciudad diferente, al menos aquí en España. Difícilmente encontrarás una ciudad con gente más independiente, bohemia, alternativa a casi todo. En fin, que merece mucho la pena perderse un buen rato por ella. Pero creo que hablaré de Barcelona desde los ojos de Onofre.
Onofre Bouvila es el personaje principal de “la ciudad de los prodigios”, y como la ciudad, él mismo es un prodigio, inventado (supongo) por Eduardo Mendoza. Inventado lo supongo pero no lo aseguro, puesto que Eduardo Mendoza ha mezclado en este libro de forma indistinguible realidad con fantasía. Onofre es un hombre de esos con una vida interesante, capaz de pasar por el mundo y ser recordado para siempre, capaz de cambiarlo por siempre. Es uno de esos hombres que seguro no saldrán en los libros de historia, pero la mayor parte de ella que corrió por la vida durante la suya, le pertenece.
Onofre es intransigente, orgulloso, cabezón, astuto, diferente, ingenuo, pobre y rico, es ambición y desgana, lo es casi todo como la ciudad de Barcelona, porque Onofre es la Barcelona que transcurre desde 1886 hasta 1929.
A los ojos de Onofre, la ciudad de Barcelona cambiará a trompicones como también lo hará la Europa del entonces y él será casi tan culpable de los cambios como las vírgenes y santos de la ciudad (Santa Leocracia, San Restituto, Santa Leocadia, Santa Quiteria, San Ezequiel, Santa Lucía y Santa Eulalia), los hombres más importantes y relevantes de Europa y sus cabezotas y extraños ciudadanos.
He de decir que ha llegado a mis manos por pura casualidad, no fue un libro que estuviese buscando, tampoco fue un libro que me entusiasmó al comienzo. Un día mi tia me devolvió unos libros que le había prestado y sin querer me metió un libro que no era ni mio ni suyo en el mismo saco. Una tal Toñi M de Escobar, amiga suya supongo, debió de hacerse con él según está escrito a bolígrafo en la contraportada. Y pensé…bueno pues antes de corregir su error me lo voy a leer.
Hace unos días lo terminé de leer y ahora lo recomiendo a casi todos. Es uno de los mejores que he leído hasta el momento, no tal vez por la historia, pero si por la forma en que está escrito. Es un libro para leerlo con calma y para pensarlo con ojos de curiosidad. Para mi es original, diferente, entretenido y sobretodo muy instructivo e interesante de principio a fin.
jueves, marzo 08, 2007
La ciudad de los prodigios
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