viernes, marzo 16, 2007

Las cinco personas que encontrarás en el cielo


Este es el último libro que me he leido. Un libro bastante pequeño, de esos que, casi, pueden ser leidos de un tirón, un libro de los de pensar.
Eddie es esa persona que, aparentemente, pasa ante la vida desapercibido, sin llegar a ser lo que siempre quiso ser, sin dejar de ser lo que otros decidieron por él. Una vida triste podrías pensar, pero no es cierto, es una vida más tan sólo, que al llegar a su final encuentra el significado de todo aquello que vivió y no entendió del todo, o esas pequeñas cosas, que jamás sabes lo importante que son para los demás.

Es una pequeña reflexión sobre la vida y la muerte, sobre el camino a seguir, el camino marcado y la esperanza de todos de encontrar un final feliz.

Yo diría que no está excesivamente bien escrito, que podría haber dado mucho más de sí, pero el libro es lo que es, lo importante es la reflexión y una nueva idea fresca sobre lo que todos hemos imaginado alguna vez. Es corto, apenas 250 páginas, así que por eso lo recomiendo para un ratillo de soledad.

jueves, marzo 08, 2007

La ciudad de los prodigios



Hablaré de otra ciudad hoy, hablaré de Barcelona, hablaré de la ciudad de los prodigios. Barcelona sí que es otra ciudad diferente, al menos aquí en España. Difícilmente encontrarás una ciudad con gente más independiente, bohemia, alternativa a casi todo. En fin, que merece mucho la pena perderse un buen rato por ella. Pero creo que hablaré de Barcelona desde los ojos de Onofre.
Onofre Bouvila es el personaje principal de “la ciudad de los prodigios”, y como la ciudad, él mismo es un prodigio, inventado (supongo) por Eduardo Mendoza. Inventado lo supongo pero no lo aseguro, puesto que Eduardo Mendoza ha mezclado en este libro de forma indistinguible realidad con fantasía. Onofre es un hombre de esos con una vida interesante, capaz de pasar por el mundo y ser recordado para siempre, capaz de cambiarlo por siempre. Es uno de esos hombres que seguro no saldrán en los libros de historia, pero la mayor parte de ella que corrió por la vida durante la suya, le pertenece.
Onofre es intransigente, orgulloso, cabezón, astuto, diferente, ingenuo, pobre y rico, es ambición y desgana, lo es casi todo como la ciudad de Barcelona, porque Onofre es la Barcelona que transcurre desde 1886 hasta 1929.
A los ojos de Onofre, la ciudad de Barcelona cambiará a trompicones como también lo hará la Europa del entonces y él será casi tan culpable de los cambios como las vírgenes y santos de la ciudad (Santa Leocracia, San Restituto, Santa Leocadia, Santa Quiteria, San Ezequiel, Santa Lucía y Santa Eulalia), los hombres más importantes y relevantes de Europa y sus cabezotas y extraños ciudadanos.

He de decir que ha llegado a mis manos por pura casualidad, no fue un libro que estuviese buscando, tampoco fue un libro que me entusiasmó al comienzo. Un día mi tia me devolvió unos libros que le había prestado y sin querer me metió un libro que no era ni mio ni suyo en el mismo saco. Una tal Toñi M de Escobar, amiga suya supongo, debió de hacerse con él según está escrito a bolígrafo en la contraportada. Y pensé…bueno pues antes de corregir su error me lo voy a leer.

Hace unos días lo terminé de leer y ahora lo recomiendo a casi todos. Es uno de los mejores que he leído hasta el momento, no tal vez por la historia, pero si por la forma en que está escrito. Es un libro para leerlo con calma y para pensarlo con ojos de curiosidad. Para mi es original, diferente, entretenido y sobretodo muy instructivo e interesante de principio a fin.

ROMA y las chirimoyas


Son las chirimoyas esas frutas, tal vez tropicales, con corazón de piedra en negro profundo y un alma blanca y suave, dulce y cálida, que a pesar de estar siempre protegida por ese corchito blanco, merecen mucho más cuidado. Así es Roma, así la he visto estos días. Una ciudad pequeña entre las grandes, ruidosa pero delicada, con corazón de piedra, que no en negro sino en blanco, y que se siente necesitada de protección para perdurar nuestra historia por otros, cuanto menos, 2500 años más.
Si como dije un día, París huele a Cus-cús y Croissant, Roma huele a comida de alta calidad, a pasta, a pizza, a mil sabores distintos de helados, capaces de derretirte de gusto en la noche más fría.
Pareciese que al pasar tan cerca del Coloseum se notase el rugir del público sobre el de los leones, animando a ese pequeño gladiador con su coraza, en realidad no hay leones, en realidad lo que se escucha no es el rugir de nada diferente a los millares o millones de motos que recorren la ciudad, en realidad el gladiador no tiene coraza sino mallas y ha salido de su coliseo para hacerse fotos con las chinas. Pero así es Roma, una ciudad a la que no puedes dejar de mirar sin que tu imaginación se evada por otros tiempos, tan sólo parpadea para recuperar consciencia de lo que algún día fue el centro del universo conocido, dónde todo se hizo una vez, dónde todo se olvidó...

Roma son 7 colinas, yo he vivido durante 8 días sobre la cima de una de ellas, casi casi tocando el cielo, pero he recorrido las otras 6 con ojos de sorpresa, mi cámara en la mano y, como siempre, la mejor compañía que se pueda encontrar.

Si alguna vez vas a Roma, mírala inocente, escúchala bulliciosa y siéntela tuya, hasta el punto de ser capaz de enseñarla a los "Garvanchos" y "Mª Francia's" con el orgullo de saber, que también perteneces a ese mundo, cuya mitad se encuentra bajo tus pies.


He colgado alguna foto de Roma en el antiguo blog--> http://spaces.msn.com/mingui82
También podeis ver alguna más en el blog de clara http://claradesdeparis.spaces.live.com/
O en el blog de Greg (cuando las ponga)
http://gregpucela.spaces.live.com/