Basta haber experimentado una vez que se puede estar ciego a plena luz del día y ver en la oscuridad para plantearse la cuestión de la visión. Viajar a Beijing (北京) te puede hacer sentir que se puede estar ciego durante 25 años y después, descubrir el mundo real, al que somos inconscientes y que se asoma débilmente tras la enorme capa de contaminación que flota sobre nosotros.
Se podría decir que he vuelto con mis pupilas quemadas iluminadas de otro mundo, otro tiempo. 14 horas de viaje temporal por la ruta polar sin saber si hacia el pasado o el futuro para llegar a Beijing, la capital de norte, epicentro de un mundo que se nos hace demasiado extraño para pensarlo sin curiosidad, y suficiente para extasiar en sólo 7 días con su sabor a té y reflexión.
Imagina un mundo exuberante de vida, con insectos del tamaño de una mano, un sol, que puedes mirar a los ojos porque baña un paraíso de verde perfecto y perfección fingida, edificios cuyo final no alcanzas a ver en calles caóticas de un pasar que no alcanzas a comprender, dónde el agua se convierte en té, la tranquilidad en cientos de personas haciendo taichí con espadas en un parque, el movimiento en pausa en tan sólo un pestañeo y el motor del mundo en una urbe infinita y silenciosa. Imagina un mundo futurista que se solapa a la tradición más milenaria del planeta. Imagina un pasado que no cambia en un futuro que se transforma a diario. Imagina un chico de ojos extraños en medio de una plaza, cuyo final no alcanzas a ver, dando vueltas sobre si mismo con la boca abierta, y tendrás Beijing el 1 de Julio de 2008.
Es imposible resumir cualquier viaje en un solo post, así que imagina lo difícil que es hacerlo si se pretende hablar de Beijing. Al final lo que queda en tu memoria son los momentos que no puedes contar con palabras, o lo que sentiste al ver por primera vez lo que no podrás expresar de ninguna manera más que viviéndolo. Sin embargo se puede intentar.
Yo no tengo valor.
Me traigo además de lo que no sé contar:
*El recuerdo de pasar en una hora del increíble frío de St Petersburgo o la zona polar de la estepa Rusa al calor asfixiante del desierto del Gobi,
*La imagen de una ciudad inmensa (Su calle principal mide más de 45 Km).
*La primera impresión al ver todo escrito en caracteres, las tiendas, las señales…y descubrir que entendía las cosas.
*El primer paseo en taxi en el que no podía abrir más los ojos para verlo todo. Incluso el equilibrio perfecto entre temeridad y reflejos de la conducción en Beijing. Creo que aún no he cerrado la boca.
*El deseo de vivir en la época imperial y un pase vip, para entrar en la vida de la ciudad prohibida, cuando lo era.
*10000 días para pasar uno en cada uno de sus edificios prohibidos.
*Un poquito de tranquilidad del parque de Confucio
*El olor a incienso del palacio de los Lamas
*La caligrafía de Bei Hai(北海公园) y las vistas desde la montaña
*Una pizca de gran muralla y el significado de “gran” que no alcanzo a abarcar
*El palacio de verano y su barco de mármol para ver llover sobre el mundo.
*”La piedra malgastadora”, “los boletos” y “la china de la comunista” de las risas en el autobús mientras luchábamos contra el sueño
*La terraza en hutong junto al lago por la noche
*Los momentos de la rueda en las comidas.
*La hora de masaje y risas
*El kung fu (功夫)
*La primera noche en el karaoke y el deseo de parar el tiempo
*La puerta del otro mundo en el valle de las trece tumbas y el templo del cielo.
*El infinito de la plaza de Tian'anmen (天安门广场) y sentir de cerca el murmullo silencio de una dictadura comunista
*El olor del mercado
*La convicción de que nos estamos cargando un planeta al que ya no llega el sol.
*El sentimiento de no pagar lo que valen las cosas
*La experiencia de regatear en chino y no salir tan mal parado
*Las librerías (infinitos lugares de lectura por el suelo) y las farmacias (mitad occidentales mitad tradicionales)
*El aeropuerto y sus máquinas detecta-fiebre
*Los desayunos de sueño y la casa del té
*El paseo en carro tirada por bici por el barrio antiguo y las casas de las 4 armonías
*Las risas del Sky Team y descubrir a más locos.
*El sol en la ventana del avión y la escarcha en mis ojos.
*Y 7 días de detalles que guardo en algún lugar de mi memoria.
200 fotos que me deja almacenar flickr y más
*Y si, puede que todo sea mentira, pero descubir el engaño tiene mucho encanto*
sábado, julio 12, 2008
Un post pendiente
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Venga Venga!! Di que si, tu poniéndome los dientes largos,que cantidad de cosas que se pueden hacer por alli!! Me han gustado mucho las fotos que las he visto todas de un tirón, qué??!! te animaste a hacer Tai Chi??? O te dio corte???
Un beso guapo!!! Nos vemos!!!
Blanka
Publicar un comentario