Día redondo

Hoy se sabido que me van a pagar, y bien, por hacer lo de siempre, por hacer algo que me gusta, y de verdad que no estoy hablando de prostitución…aún (ofertas abajo).
El día la ha completado el principio de lo que tiene toda la pinta de ser un viaje inolvidable, casi a las antípodas, y mil y un detalles de esos estúpidos que se reúnen en 24 horas para hacer que el día sea casi perfecto.
…en fin, que sólo quería dejar constancia de ello antes de irme a la cama más contento que unas castañuelas, más chulo que un ocho y más a gusto que un arbusto.

Valencia

Mientras me dormía en el turbo-coche de mi hermano que atravesaba la meseta entre molinos tumbados en el colchón helado de la habitación de la mora leyendo las últimas páginas de aquel libro mientras el sol me calentaba poco a poco tiritando intentando escribir un mensaje de gratis en algún sitio con algo de cobertura nadando sin mojarnos entre tiburones y tortugas mientras Shiba mordía y corría sin parar dejando sus pelos por todo mi cuerpo esparciendo nuestros nombres en chino en una playa sólo habitada por pelotillas y tiernos conejos atascados entre las puertas de un metro sin niñatos cocinillas de bocatas con mozzarella en una casa que se queda grande por momentos pequeños a la puerta del supermercado junto a mendiwoman y su man que descansan tirando petardos y subiendo por última vez en el ascensor con tele sin saber muy bien cuándo volvería mientas nos alejabamos en el coche en medio de la niebla antes de que el sol nos descubriera sonaba constantemente…Y yo no podía parar de pensar cosas que nos habían pasado mientras oía que algún día volvería a verte.

(más fotos en el fotoblog)